El encuentro se llevó a cabo en el Fundo "El Molino" ubicado en la localidad rural de Los Niches. En un grato ambiente –que antes ya ha acogido a nuestra comunidad- educadores, auxiliares y administrativos se reunieron accediendo a la invitación que extendió la pastoral del ISM.

Una breve representación de un pasaje bíblico realizada por los educadores Daniela Reyes, Marcela Hormazábal, Eduardo Klein y Rodrigo Moraga constituyó un emotivo preámbulo para este encuentro.

La reflexión de la etapa de "desierto" giró en torno a considerar la historia personal con todas sus luces y sombras, aprendiendo a aceptarla considerando que en el curso de nuestras vidas siempre está la presencia amorosa de Dios.

Un momento para "compartir", en la quietud de esa tarde planteó interrogantes como ¿Quiero ser discípulo de Jesús? ¿Estoy dispuesto seguirle? y ¿Qué necesito para seguirle?

La lectura del texto "Un creyente y un discípulo" fue inspiradora para dicho período. Entre ellas, por ejemplo:

"Todo discípulo es un creyente; pero no todo creyente es un discípulo. El creyente suele esperar panes y peces; el discípulo es un pescador. El creyente busca que le animen; el discípulo trata siempre de animar. El creyente espera que le asignen una tarea; el discípulo está disponible para asumir responsabilidades".

Resuenan aún las palabras expresadas por el Profesor Gabriel Cataldo en la antigua capilla del lugar: "Semana Santa es un tiempo de gracia. Es un tiempo para saldar nuestras deudas. Tal vez hemos vivido en una tierra que no es nuestra (…)como extranjeros. La pregunta que surge es si realmente seremos capaces de expresarle al otro cuanto le amamos. Si no vivimos en el Amor, ni el pan ni el vino servirán."

Luego planteó: "Podemos ser grandes directivos o grandes matemáticos; pero si no vivimos en el Amor, si no expresamos dicha vocación en plenitud nada servirá".

La lectura de una carta de agradecimientos remitida por el Profesor Miguel Aedo y Familia agradeciendo la preocupación comunitaria marista ante la delicada salud de su hijo Pablo fue recibida con mucho cariño y esperanza.

Al final, nuestro Rector Sr. Jaime Inostroza, en sendas palabras, destacó que para seguir el recto camino que nos convierta en un discípulo de Jesús hay que aplicar un antiguo refrán: "Obras son amores y no buenas razones".

Un directo mensaje a no predicar tan sólo con las palabras sino que, muy por el contrario, hay que pasar a la acción.









Texto y fotografía: Francisco Contreras Robles
Twitter: @teachercon3ras