Desde los cinco continentes escuchamos el clamor por la Paz y este anhelo crece en este tiempo de NAVIDAD.

 Los saludos y felicitaciones que estos días nos intercambiamos manifiestan el deseo de que las personas felicitadas sean felices.

 Manhatma Gandhi dijo: “Hasta que el anhelo de paz no quede satisfecho y hasta que no hayamos liberado neuestra civilización de la violencia, Cristo no ha nacido aún”.

Navidad nos invita a la reconciliación, a la amistad, a la paz. Paz en nuestro corazón, en la familia, en todos los pueblos del mundo, en las criaturas y seres del cosmos. La paz es un bien universal.

 La paz no es solo ausencia de la violencia y de la guerra, sino más bien el esfuerzo de ayuda al hermano, de sacrificio, de buena voluntad.

Todos, apreciados lectores, estamos llamados a ser pacificadores, constructores alegres de la paz.

La paz tenemos que acogerla con ternura. San Pablo nos dice: “Cristo es nuestra paz”. Encarnarla en la vida diaria nos exigirá que seamos unos para otros porta-paz.

Seamos ante todos los hombres heraldos de paz, que los ríos y montes repitan el eco de nuestro único cantar paz, paz, paz. ¡Paz en la tierra… es NAVIDAD!

Ojalá no se nombren más países en guerra y no florezcan jamás amapolas rojas, símbolo de sangre, entre los trigales de Tierra Santa donde los ángeles en la primera Nochebuena de la historia cantaron la paz.

En los días alegres seamos artesanos de paz, en los días grises y tristes es posible la paz, en nuestros sueños y anhelos esté presente la paz. Sólo así, nuestra vida será, hoy y siempre, feliz Navidad.

No olvidemos que la Navidad es un tiempo de gracia para reflexionar sobre nuestra actitud pacificadora y para hacer un compromiso serio de responder a nuestra vocación de ser artesanos de la paz.

“La paz no se goza. La paz no es un nivel al que ya se ha llegado: es un nivel superior al que siempre todos y cada uno de nosotros debemos aspirar” (Pablo VI).

Con este artículo me despido hasta el domingo 3 de marzo del 2013, si Dios así lo quiere.

Gracias por haberme acogido durante cuarenta y cuatro domingos.
¡FELIZ Y GOZOSO AÑO NUEVO!




Fotografía: Prof.Francisco Contreras (Teacher)