Esperamos asistan muchos exalumnos y exalumnas a tan significativo encuentro y celebremos, con alegría y gratitud, los 100 años de la llegada de los Hermanos Maristas a Chile, a la ciudad de Los Andes. El próximo año, celebraremos los 100 años de vida de nuestro querido Instituto San Martín de Curicó.
Oportunamente daremos a conocer el Programa de dicho día. La llegada al colegio y la recepción será a las 11,00 horas. La entrada será por calle Carmen.
En la reflexión de hoy día, deseo compartir con ustedes el testimonio de un exalumno que me envió, hace tiempo, motivado por el artículo del CONTACTO MARISTA escrito días antes de Navidad del año pasado. He aquí lo que este amigo exalumno me expresa:

“Angelito: Cuán cierto es lo que afirmas en tu artículo, lo del nacimiento de Jesús en nuestros corazones, al igual que la importancia de la Esperanza. Cuántos hay en este mundo que la han perdido. ¿Cómo se puede vivir sin ella si es el motor del mundo, de nuestras vidas, la que nos permite andar con alegría y mirar el futuro con la seguridad que ella nos da?
¿Sabes que? Esta mañana meditaba sobre el futuro y aunque en muchísimas ocasiones había apreciado la mediación de Dios en mi vida, hoy fue algo poderoso, vital, decisivo. ¿Por qué me angustio tanto, por qué me preocupo si he notado en tantas ocasiones, tan claramente, los instrumentos de Dios para protegerme? Ha sido fascinante notar la mano del Señor para enrielarme y cuidarme.
Uno no tiene muchas ocasiones para abrir su corazón y contar sus experiencias. Por ello, cuando se presentan instancias como la que tú prodigas, me permito abusar de tu tiempo y compartir las situaciones que son importantes. Lo hago en la seguridad de estar hablando el mismo idioma.
Por ello, gracias Señor, e igualmente gracias por poner en mi camino a quien me ayuda a estar más cerca de Ti.
Gracias, entrañable amigo y poderoso instrumento de nuestro Dios.
Gracias por tu amistad y tu tiempo. Gracias por tu humildad y tu carisma. Gracias por tu apostolado.
Gracias por ser como eres. Gracias por tus correos y mensajes. Gracias por todo y por las oraciones que has rezado y seguirás rezando por mi y por mi familia.
Recibe mi abrazo fraterno en la paz y la alegría del Señor”

Estimados lectores de CONTACTO MARISTA: Gustoso recibiré, si desean, su comentario o reflexión sobre algún artículo de Contacto Marista.
Que disfruten en familia de este día que el Señor les regala.