La ceremonia preparada por los ex alumnos tuvo el marco solemne para incorporar a más de un centenar de jóvenes en este estamento que los liga a la gran Familia Marista, signo que les permite reconocerse como dignos representantes de una comunidad que apela a la fraternidad con el sello de la humildad, sencillez y modestia para construir una sociedad más justa y solidaria. La presencia de sus padres, apoderados, el Consejo Directivo, Hermanos, profesores tutores y amistades permitió dar la calidez que esta importante ceremonia reviste coronándose con la entrega del premio Hermano Miguel de Cos, entregado hacia el alumno que por sus características personales le reconoce como un digno representante del ideal marista, tal como fue el Hermano Miguel y que para la institución mariana es representada por las tres violetas. Esta notable distinción recayó en el alumno del 4º medio C, Ignacio Sebastián Lagos Avendaño, persona que realizó todos sus estudios en el ISM, no repitió ningún curso y ha sido correcto en su actuar y solidario por excelencia. El mensaje que los ex alumnos transmitieron con fuerza indicó el sentido profundo de este postrer acto colegial al señalar al cierre: “Estimados alumnos, siempre serán bienvenidos porque el espíritu de San Marcelino estará con Uds. (…) se despiden de este colegio, sus salas, patios, sus profesores; pero ingresan por siempre a la gran Familia Marista. Donde quiera que ustedes estén, próximos o en un lugar lejano recorriendo cualquier camino del mundo, lleven siempre presente el mensaje de nuestro fundador: BUENOS CRISTIANOS, VIRTUOSOS CIUDADANOS.” Palabras que sellaron la ceremonia siendo seguidas por el Himno del Instituto.