"No te dejes vencer
por el mal;
vence al mal a fuerza de bien".
- Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto
Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son
indiferentes. Siento odio por las que son mentirosas y sufro con las
que calumnian.
- Pues, ¡vive como las flores!, advirtió el maestro.
- Y ¿cómo es vivir como las flores. Preguntó nuevamente el
discípulo.
- Pon atención a esas flores, continuó el maestro, señalando unos
lirios que crecían en el jardín. Ellas nacen en el estiércol, sin
embargo, son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo
aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio
de la tierra manche la frescura de sus pétalos.
Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio
permitir que los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de
ellos son de ellos y no tuyos. Y si no son suyos, no hay motivo para
molestarse. Ejercita pues, la virtud de rechazar todo el mal que
viene desde afuera. Esto es vivir como las flores.REFLEXION: ¿Dejamos que el mal que nos
circunda invada nuestro interior o sabemos extraer todo aquello
que nos va a hacer más fuertes, dejando de lado aquello que no
nos va a ayudar a ser mejores
ORACIÓN:
Enséñame a cultivar rosas,
pues cada prójimo necesita una para su cruz.
Enséñame a entender el amor
para que los frutos sean dulces y abundantes.
Enséñame a perseverar,
pues el camino de la vida se rompe a veces por donde más duele.
Enséñame a conducirme.
Que no lo haga por arranques del temperamento,
sino por la cordura de la inteligencia y la serenidad de la fe.
Señor, dame copa de los que saben beber,
dame fuego de los que saben sentir,
dame sabiduría
de los que saben entender
y nido de los que saben amar.
Señor, retoña mis fracasos en nuevas primaveras.
Hazme crecer en cada experiencia
y madurar en cada lágrima.
Ponte sobre mi vida como un goteo constante,
sobre mis planes como una estrella alumbradora,
y sobre mis tristezas como un tierno compañero
y un eje de resistencia. Amén