Intensa ha sido la
actividad pastoral de estos últimos días en el Instituto San Martín.
Varios han sido los momentos significativos que han permitido a la
comunidad marista acercarse nuevamente a Dios.
Un primer instante de encuentro espiritual fue la Eucaristía
de inicio del Año Escolar 2008 realizada el viernes 14 de marzo
(20:00 hrs) en el gimnasio del colegio concelebrada por los
capellanes del ISM Francisco Cartes y Osvaldo Navarrete. Allí los
alumnos y alumnas junto a sus padres, apoderados y comunidad
colegial se reunieron para rogar y dar gracias a Dios por este nuevo
año de estudios y trabajo escolar que ya se ha iniciado.
El Padre Francisco destacó en sus palabras que el
amor a Jesucristo es central en la identidad de todo marista
promoviendo el sueño de Marcelino para que no quede sólo en eso sino
que trascienda para hacerla realidad entre nosotros: hoy la gente
habla de compromisos olvidando que la honestidad, el respeto y la
transparencia son parte de un ser que es urgente rescatar. Cuando se
viven esos valores, es en ese instante cuando efectivamente ocupamos
la parte central que vivió Jesucristo, destacó. Luego, nuestra
rectora, Profesora Marcela Hormazábal invitó a las 87 nuevas
familias que se integraron a nuestro establecimiento para compartir
una vez finalizada esta eucaristía.
Otro momento de encuentro espiritual tuvo ocasión el
lunes 16 cuando la actividad cotidiana de la mañana se interrumpió
brevemente para iniciar con recogimiento una nueva Semana Santa. Día
a día la oración matinal nos permitió orar y reflexionar en torno al
sacrificio del hijo de Dios entre nosotros. El jueves Santo los
cursos desarrollaron diferentes momentos, de acuerdo a su edad y
sección en la que realizan su tarea, todo bajo la coordinación de la
Pastoral colegial. Ese mismo día, el personal del ISM tuvo su retiro
en el Parque Estadio Marista.
Pequeños grupos de trabajo para un Taller de
reflexión en donde los ejes temáticos de La Cena del Señor y La
Familia tuvieron momentos destacados. El Viernes Santo congregó a
los Padres y Apoderados quienes junto al Hermano Ángel Gutiérrez
(asesor de la pastoral de los apoderados) meditaron en torno al día
en que resplandece el misterio de la Cruz, actividad llevada a cabo
en cuatro momentos: acogida y motivación; desierto; compartir y
Tempo de celebrar.
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