El templo católico cobijó a los estudiantes de los cursos Humanista, Matemático y Biólogo quienes, en una sentida ceremonia religiosa, recibieron el mensaje del capellán del ciclo de educación media superior, padre Osvaldo Navarrete. Las palabras del sacerdote se centraron en recordarle a cada alumno, los grandes esfuerzos que el Instituto San Martín ha realizado por espacio de muchos años por hacer relucir en cada uno de ellos lo mejor de sus capacidades intelectivas personales; pero también les ha regalado un “algo” significativo que permita otorgarle sentido a sus jóvenes vidas. Para un mundo de exitismo y de tener por tener “la única manera de ser realmente feliz es amar como Jesús amó; servir como ÉL sirvió”, destacó el prelado. Acotó el capellán que es imperativo reconocer el esfuerzo que cada profesor y profesora les aportó, el esfuerzo de sus padres por permitirles educarse en una institución como el ISM debiendo, ahora más que nunca, “aprovechar todo lo que este colegio les regaló y les entregó. El hombre que se acerca a Dios, crece como Persona”, indicó. Una hermosa jornada que permitió reunir a la familia marista en esta imponente casa de Dios. Una especial instancia para que nuestra rectora, Profesora Marcela Hormazábal, agradeciera y despidiera también a los padres y apoderados que confiaron en un proyecto y misión educativa, sello marista que es el legado de Marcelino Champagnat en nuestro tiempo y en nuestro medio.