En compañía de sus amigos, familiares y profesores, casi 100 alumnos maristas recibieron por primera vez el cuerpo y la sangre de cristo. El proceso de preparación para recibir este sacramento duró un año completo y en cada una de las reuniones, los niños comprendieron cómo asumir los compromisos que Dios nos plantea en nuestra vida como cristianos.

Es que, se realizan varios encuentros entre las pequeñas comunidades donde todos los niños compartieron la preparación al Sacramento de la Comunión. Además, los padres, también fueron una pieza clave en la preparación, puesto que fueron ellos los encargados de guiar en este proceso a sus hijos, aconsejándoles y velando por ellos.

Para toda la familia marista curicana esto es más que importante, puesto que es deber de todos cuidar la fe de todos los niños que realizaron su Primera Comunión este año.